Tener una mascota puede traer grandes beneficios para las personas mayores, tanto a nivel físico como emocional. Los animales de compañía, como perros o gatos, brindan afecto, compañía y un sentido de propósito, ayudando a reducir la sensación de soledad.
Está demostrado que convivir con una mascota disminuye el estrés y la ansiedad, además de fomentar la actividad física en el caso de los perros, que requieren paseos diarios. Esta rutina contribuye a mantener una vida activa y saludable.
Además, las mascotas pueden ser una fuente de motivación y alegría. Cuidarlas da una razón para mantenerse en movimiento, seguir una rutina y sentirse acompañado en todo momento. Para muchas personas mayores, una mascota se convierte en un verdadero miembro de la familia.
Es importante elegir el animal adecuado según el estilo de vida y la capacidad de cuidado. Mientras que los perros pueden requerir más actividad, los gatos pueden ser una excelente opción para quienes buscan compañía sin tanta exigencia física. Lo importante es que la relación sea beneficiosa y brinde felicidad a ambos.