Reír es una de las mejores terapias, y en la tercera edad el humor juega un papel clave en la salud y el bienestar. La risa no solo mejora el estado de ánimo, sino que también reduce el estrés, fortalece el sistema inmunológico y mejora la circulación.
Mantener el sentido del humor ayuda a enfrentar los desafíos de la vida con una actitud más positiva. Reír en compañía refuerza los lazos sociales, fomenta la interacción con los demás y evita el aislamiento. Además, compartir momentos divertidos con familiares o amigos genera emociones positivas y un sentimiento de conexión.
Existen muchas formas de incorporar más risas en la vida diaria: ver comedias, leer historias divertidas, recordar anécdotas graciosas o simplemente rodearse de personas con una actitud alegre. El humor es una herramienta poderosa para vivir con más felicidad y bienestar, sin importar la edad.